Dieses Blog durchsuchen

20140404

Ícaros del cielo cubano

En Cuba muchos son los jóvenes que desafían las leyes de la física mediante el parapentismo, el paracaidismo y el paramotorismo. Del 31 de marzo al 6 de Abril de 2014 será el Campeonato Nacional de Parapente en Santiago de Cuba

Dicen que todo ser humano sueña con poder volar, y no me refiero al simple hecho de viajar dentro de un aparato metálico o con la imaginación, sino del contacto directo con las nubes, el viento y la inmensidad del cielo.

Y, aunque en la mitología griega el famoso Ícaro no logró hacer el cuento, en Cuba muchos son los intrépidos, jóvenes en su mayoría, que desafían las leyes de la física y se aventuran a conquistar el espacio aéreo, gracias sobre todo a las oportunidades que les brinda la práctica de deportes como el parapentismo, el paracaidismo y de manera más reciente, el paramotorismo.

El primero llegó a la isla en la década del 90, gracias a la colaboración de la federación española de la disciplina, y con ello se acrecentó dentro del círculo de amantes del aire, el gusto por la práctica del vuelo libre.

El equipo está conformado por un planeador ultraligero, flexible, de forma rectangular y con un peso inferior al del piloto, y se considera una modalidad del paracaidismo con la diferencia de que se realiza corriendo desde pendientes o quebradas muy empinadas.

En un principio, la localidad del Abra de Mariana, ubicada en el municipio San Antonio del Sur del territorio más oriental de Cuba, se presentó como una zona poseedora de excelentes cualidades climáticas y geográficas que hicieron posible la efectiva práctica del parapente, lo mismo de ladera, como térmico o de cross country y en menor medida del Ala delta.

Desafortunadamente, a pesar de que el espacio fue durante algún tiempo la sede de varios eventos nacionales y extranjeros, en la actualidad se ha limitado su explotación con estos fines, lo que no quiere decir que se haya abandonado el parapentismo, muy por el contrario, pues otras localidades del país como Santiago de Cuba, La Habana, Matanzas y Holguín, resultan totalmente idóneas para la práctica de dicha especialidad.

Los certámenes nacionales se continúan celebrando, destacando entre ellos la Copa 26 de Julio, la Liga Oriental y el Campeonato cubano de parapente que se realiza cada dos años y cuya última sede fue el territorio santiaguero en 2012. En agosto pasado se incorporó una nueva competencia: la Copa Nacional de Parapente Deportivo Policarpo Álvarez In Memoriam.

La misma tuvo lugar en Sagua de Tánamo, en la nororiental provincia de Holguín, y a la cita asistió como invitado el español Javier «El Malaguita» Tejeiro López, Campeón Mundial de la especialidad, quien deleitó con fenomenales acrobacias al público presente.

Este año se tiene previsto la realización del campeonato nacional cuya sede será la Ciudad Héroe y hasta la fecha se prevé la presencia de más de 40 competidores cubanos, destacando en el número de participantes la provincia Granma, campeón vigente de la anterior edición de la lid, la cual contará con tres equipos en competencia.

Hasta el momento, unos quince pilotos extranjeros han confirmado su participación, incluyendo una amplia delegación francesa conformada por 10 parapentistas. Por su parte, Venezuela, Irlanda, Jamaica, Holanda y Alemania serán representadas cada una con un competidor.

Otras formas de volar

Cuenta la historia que el paracaidismo es la modalidad más añeja de esta singular práctica, sin embargo, también se considera la más costosa por la cantidad de recursos que precisa, algo que en su momento impidió su máximo desarrollo dentro del país debido al alza de los precios de la hora de vuelo y la escasez de aviones y de equipos aptos para su uso.

No obstante, la masividad que han alcanzado los deportes aéreos en Cuba sirve también de base para que cada año tome protagonismo esta especialidad, a través de la celebración en la primera de las villas fundadas, Baracoa, del evento conocido comoCopa 13 de Agosto, en alusión al cumpleaños del Comandante en Jefe Fidel Castro.

Con esta lid, no solo se rescató esta práctica dentro del archipiélago caribeño, sino que además, el evento sirve de preparación al equipo nacional de la disciplina, pues en él participan los mejores exponentes del paracaidismo cubano, un torneo que atrae igualmente a representaciones extranjeras, principalmente desde España.

Por su parte, el paramotorismo, otra de las modalidades más atractivas aunque menos conocida de los deportes bajo cielo abierto, se convirtió desde junio de 2013 en todo un acontecimiento para la aeronáutica cubana, pues por primera vez un piloto de la Isla se lanzó a la aventura en uno de estos artefactos para realizar un vuelo inédito desde Varadero al Morro de La Habana, motivado por las actividades del verano en Cuba.

El protagonista de la hazaña fue Luis Alberto García, presidente de la Federación Cubana de Vuelo Libre (FCVL), quien poco tiempo después volvió a ocupar los principales titulares de la prensa del país al viajar en paramotor sobre el golfo de Batabanó, una travesía de unos 110 kilómetros a una velocidad de 40 a 50 km por hora que lo llevó desde la capital de todos los cubanos, hasta Nueva Gerona, Isla de la Juventud.

El vuelo en paramotor es panorámico y muy parecido al planeo en parapente, incluso con comportamientos similares, pero con la diferencia de que el motor ejerce un torque y hace que el piloto tenga que estar pendiente de ello para corregir la dirección de su vuelo. Los momentos de mayores peligros casi siempre son durante el despegue y el aterrizaje, sin embargo, no se requieren de grandes pistas para asegurar ni uno ni otro, pues un campo de fútbol es suficiente para practicarlo.

En Cuba, el deporte es relativamente moderno, puesto que no hace más de 15 años que se ejerce, ahora como una variante del parapente. Aunque resulta caro y algo arriesgado, la cantidad de adrenalina que dispara bien vale la pena, tanto así, que en la actualidad, en la península ya son 13 clubes y poco más de un centenar de temerarios pilotos los que lo ensayan.
La práctica además, exige de rigurosos conocimientos que van desde la meteorología, el paracaidismo y la mecánica; puesto que la variante de utilizar el parapente con motor, precisa de la correcta aplicación de los mismos para alzar vuelo desde una llanura, viajar a no más de 800 metros de altura a una velocidad entre 50 y a veces más de 60 kilómetros por hora, solo sostenido del parapente, la habilidad del piloto, los instrumentos de navegación, sin olvidar el muy necesario paracaídas de seguridad.

A nivel mundial el récord en paramotor lo exhibe Ramón Morilla, con 1004 km, un vuelo de 14 horas entre Sevilla y las Islas Canarias, realizado en el 2008.

Convocatoria Campeonato Nacional Parapente Puerto Boniato 2014


Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen