Sea breeze day and total lack of meteorological wind, we hit the road
with the aim of a flight at Canasi. On our way to Santa Cruz, Carlos
said that Luisito went to El Fraile and he wanted to test the motor he
had finished days ago. Knowing he was alone there, I thought he better
wait for us to help him with whatever this new thing demands. We
arrived to El Fraile and there we saw Luis practicing ground handling
without the engine. He put the wing down as soon as we arrived and
went for the motor to test the new toy.
First try: We settled the wing as straight as possible and helped
Luisito get into the harness with the engine on his back. He hooked to
the wing and started the engine by himself with no problem. The wind
was not strong but it could reach the 15 km/h. He pulled the wing up
and his boots slipped on the ground but without falling, he kept
control of the wing for about one minute, then turned to the wind and
started the take off run increasing acceleration on the motor. For
some reason he lost control and could not take off, switched off the
engine and came back to the starting place.
Second try: We moved the wing to the grass trying to avoid slipping
and fall in the bear ground. The wing came slowly in the first part,
but then it accelerated and went in front of the pilot. Luis killed
the engine, some lines came into the propeller but fortunately it was
not turning at that moment.
Third try: The wing went up perfectly, he turned into the wind and
with the help of the engine finally took off. It was not easy at the
first moment, he needed full throttle to take off, later the climb
rate was better. He flew above our heads (+- 70m) a couple of times
and then landed very exited. It worked!!!
Then, came the chance for Carlos. First getting used to the extra
weight on his back while kiting with the wing. When he felt
comfortable Luis started the engine for him and he was finally
airborne. He flew directly to the hill, and as soon as he arrived we
could notice the orographic ascendant, but he didn't like it too much.
He came to land and was like a kid with a new toy.
My turn.
The Nova Mamboo was too big for this thin man, and I didn't dare to
try the motor for the first time with my Omega4. Then we decided to
bring Carlo's wing (Nova Mentor) that goes up to 110 kg. Still big for
me but with the engine and so on I could reach the minimum, besides
the wind was almost null at that moment. They helped me with the
harness and the motor, I tested the pressure on the accelerator and
the power. After a couple ground handling practices and getting used
to the accelerator on the right hand i asked Luisito to start the
engine. He did it but at that moment the wing lost pressure and I have
to go for a second chance. I felt I took off very easy, no need full
throttle to climb. Keeping the course, speed and acceleration of the
engine were at the beginning three different things I did one at a
time. Then it was easier but I felt really light on that wing. I don't
think I change free flying for this, but is an experience I would like
to repeat. This is completely new for us, we are starting to discover
PPG. This is more expensive and would never be possible without the
help of Victor (Vitorazzi), Diego Renedo, Luisito, Daniel, Melania and
many many others, to all of them thank you very much!!!
Conociendo el Paramotor
Dia de brisas marinas y total ausencia de viento méteo, salimos con la idea de volar en Canasí. Por el camino me comenta Carlos que Luisito salió para El Fraile y trataría de volar el recién terminado paramotor. Sabiendo que estaba solo pensé que ojalá no intentara nada hasta que llegaramos nosotros, así le podríamos hechar una mano. Llegamos al Fraile y allí divisamos a Luis haciendo prácticas de inflado, sin el motor. En cuanto nos vió bajó la vela y nos dispusimos a probar el nuevo jugete.
Primer intento: Extendimos la vela, ayudamos a Luisito a ponerse el arnés-motor a la espalda y pidió que lo dejaramos arrancarlo él solo, así lo hizo sin ningún problema. El viento no estaba fuerte pero la brisa era constante y podía llegar a los 15 km/h. Infló la vela patinando un poco en la tierra sin hierba, mantuvo el control de la vela unos instantes, se puso de frente al viento iniciando la carrera de despegue pero no lo logró finalmente.
Segundo intento: Movimos la vela un poco para inflarla sobre la hierba y tratar de evitar que Luisito resvalara nuevamente. Subió suave al principio pero luego se aceleró pasando al piloto y plegando frontal. Apagó el motor, algunos suspentes se enredaron en la pala, pero por suerte ya ésta no estaba girando y no pasó del susto.
Tercer intento: Inflado perfecto, el piloto controla la vela. Se gira de frente al viento, acelera el motor y comienza la carrera. No fué fácil despegar, tuvo que hacerlo con la máquina a fondo. Luego el ascenso fué constante hasta llegar tal vez a unos 70 m. Hizo un par de pasadas sobre nuestras cabezas y aterrizó visiblemente emocionado. Funcionó!!!
Luego vino el turno de Carlos. Primero cargar el motor, encenderlo, sentir la dureza del acelerador y apagarlo. Carlos infló la vela con el motor apagado, estuvo haciendo prácticas de control de la vela hasta que se sintió cómodo y Luisito le arrancó el motor. No pudo despegar en el primer intento pero en el segundo se fué al aire. Subiendo todo el tiempo y rumbo a la ladera, al acercarse a ésta se notó el efecto de la ascendente orográfica pero parece que no le gustó mucho y salió rápido de allí. Vino a aterrizar y estaba más contento que un niño con juguete nuevo.
Mi turno.
La Nova Mamboo era muy grande para mí, yo no me atrevía a probar el paramotor con la Omega 4 y entonces decidimos sacar la vela de Carlos (Nova Mentor) que va hasta 110 kg. Grande para mí también, pero con el peso del motor tal vez llegaba al mínimo, de todas maneras ya el viento era nulo.
Me ayudaron a ponerme el motor en la espalda, hice las pruebas con el acelerador y lo apagué. Luego, unas prácticas de inflado con este nuevo peso en la espalda, nada muy complicado. El acelerador molesta un poco en la mano pero es cuestión de adaparse. Cuando me sentí en confianza con la vela inflada le pedí a Luisito que lo arrancara. Así lo hizo pero en el momento ya no había viento y al detenerme un instante la vela perdió presión y tuve que apagar y abortar. En mi segunto intento, Luisito arrancó el motor mientras yo caminaba con la vela inflada y frenada. Con el motor encendido traté de ponerla justo sobre mi cabeza y entonces aceleré. Tuve la impresión de despegar enseguida y me acomodé en la silla muy pronto. Mantener el control de los mandos, el rumbo y la aceleración del motor al mismo tiempo no me resultó trivial esta primera vez. Así es que al principio aceleraba y desaceleraba deliberadamente cuando me concentraba en una cosa o en la otra. Me sentí demasiado ligero, no quise acelerar el motor a fondo y me mantuve tenso todo el vuelo. Vine al aterrizaje, apagué el motor y todo perfecto.
Por ahora no creo que lo cambie por el vuelo libre, pero me gustaría repetir la experiencia. Para nosotros es algo totalmente nuevo, a penas comenzamos a experimentar en el vuelo con motor. Esto es mucho más costoso y no hubiera sido posible sin el esfuerzo de Victor (Vitorazzi), Diego Renedo, Luisito, Daniel, Melania y muchos más, a todos ellos muchas gracias!!!