Por Brita Garcia Alberteris
Santiago de Cuba, 10 abr.— La vista traslúcida de una ciudad fue el ingrediente dominante durante una semana en la vida de cubanos y extranjeros en el Puerto de Boniato de Santiago de Cuba, quienes participaron en el Campeonato Nacional de Parapente. La disputa por el espacio aéreo estuvo reñida entre los 45 cubanos de 9 provincias asistentes y cinco extranjeros, además de 20 invitados de diferentes nacionalidades, que aprovecharon la gran oportunidad de volar desde el puerto de montaña entre el 31 de marzo y el 6 de abril.
Vuelo libre fue una palabra recurrente en este lapso de tiempo y varias mangas competitivas tan distantes entre si como el Hospital Ambrosio Grillo y un puente de la línea del ferrocarril a un costado de la Carretera Central, dieron rienda suelta a los deseos de jóvenes intranquilos que tras estar un año sin verse sólo podían hablar de parapentes y altivarios.
Entre los más atrevidos estuvo el campeón del año pasado, el granmense Alexander Chávez, que dijo sentirse motivado este año por la competición y por supuesto vino a luchar para mantener la corona. Tarea dura de lograr porque según los vaticinios del juez Danyer Columbié, el santiaguero Sandy Salazar era una gran promesa. Y al decir era mantengo la línea temporal porque si, este fue el ganador del primer lugar.
El pinero Andrius Torres Thoureaux obtuvo la medalla de plata y su coterráneo Carlos Bermúdez la medalla de bronce. Por equipos quedó en primer lugar la provincia de Granma, que mantiene la supremacía bien afianzada; en segundo puesto la provincia sede y en tercero la Isla de la Juventud, que promete ser para próximas competiciones un aspirante al primer lugar. En la categoría de participante extranjero se llevo la presea el joven venezolano Jorge Palacios, quien tuvo como antagonistas un lituano y tres franceses, todos asistentes gracias a la calidad y divulgación de eventos anteriores.
Varios días de competencia se perdieron por las inclemencias del tiempo, la lluvia total enemiga de la velas impidió hasta el miércoles el inicio de los vuelos oficialmente; pero los deseos de alcanzar vientos térmicos y subir más de quinientos metros por encima del nivel del mar fueron más poderosos que las nubes, las ansias de volar dominaron los ánimos más pesimistas. Otra sorpresa del Campeonato Nacional en Santiago de Cuba fue la participación en competencias de una mujer, la holguinera Diana Araujo desafío roles de género trayendo esperanzas para las féminas.
Cuerdas, cizallas y velas serán dominadas en competencia nuevamente el año que viene en Guisa, Granma. Lo mejor de esta desición es que recuperan las frecuencias anuales del campeonato, pero Santiago de Cuba con su Puerto de Boniato será cada dos años el lugar de encuentro para volar libremente como las aves en los cielos.
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